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¿Qué causa realmente la cervicalgia? Más allá de las posturas
Muchas personas creen que el dolor cervical proviene exclusivamente de malas posturas, uso del ordenador o falta de actividad física. Sin embargo, la realidad es más compleja. Existen factores emocionales y viscerales profundamente relacionados con la aparición y cronificación de la cervicalgia, especialmente en su lado derecho. En esta página exploramos cómo el estrés, la rabia contenida o la dificultad para adaptarse a los cambios pueden afectar a órganos como el hígado y la vesícula biliar, generando tensiones reflejas que terminan manifestándose en el cuello. Comprender estas causas profundas es esencial para cambiar la forma en la que entendemos esta dolencia tan común.
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El estrés: una de las causas más ignoradas del dolor cervical
Vivimos en una sociedad donde el estrés se ha normalizado. Pero lo que pocos saben es que esta tensión emocional constante se somatiza en el cuerpo. El cuello es una de las zonas donde más se refleja esa carga interna. Según la medicina oriental, el estrés crónico afecta directamente al hígado, órgano que, al alterarse, genera tensiones musculares reflejas en la zona dorsal y cervical. Esta es una causa frecuente de dolor cervical, especialmente en el lado derecho. Aunque no levantes peso ni tengas una mala postura, si tu estrés es alto, tu cuerpo puede estar gritando a través de tu cuello.
Crispación, enfado y rabia contenida: emociones que tensan
Emociones como la rabia, el enfado o la irritabilidad no solo afectan a nuestra mente: también se expresan físicamente. Estas emociones alteran el funcionamiento del hígado y la vesícula biliar, lo que provoca una respuesta muscular refleja. Esta respuesta suele iniciarse en la parte derecha de la espalda y ascender hacia la zona cervical. Por eso, muchas cervicalgias derechas tienen un origen emocional claro. No es casual que coincidan con periodos de irritabilidad, conflictos personales o falta de adaptación a cambios vitales. Estas emociones, cuando se cronifican, se convierten en auténticos generadores de tensión cervical.
“Tú tienes poder sobre tu mente, no sobre los acontecimientos. Date cuenta de esto y encontrarás tu fuerza”
-Marco Aurelio
La vía visceral: cuando el hígado y la vesícula hablan a través del cuello
La medicina integrativa contempla una relación directa entre ciertos órganos internos y áreas musculoesqueléticas. En el caso de la cervicalgia, especialmente en el lado derecho, el hígado y la vesícula biliar juegan un papel clave. Cuando estos órganos están alterados por causas emocionales o digestivas, reflejan su malestar en zonas muy concretas del cuerpo: zona dorsal derecha, hombro y cuello derecho. Esta vía refleja explica por qué muchas personas sufren dolor cervical sin motivos físicos aparentes. Así, la causa puede estar en un desequilibrio interno que el cuerpo manifiesta mediante contracturas y rigidez cervical.
El entorno moderno: una combinación peligrosa para tu cuello
El estilo de vida actual reúne múltiples factores que favorecen la aparición de la cervicalgia. Largas horas frente a pantallas, falta de movimiento, tensión emocional acumulada y una presión constante por rendir forman una mezcla explosiva. Pero más allá de lo postural, lo preocupante es cómo estas circunstancias afectan emocional y visceralmente. El cuerpo reacciona al entorno, y cuando el estrés es habitual, los órganos empiezan a reflejarlo en forma de contracturas, especialmente en el cuello. En este contexto, la cervicalgia no es solo un síntoma aislado, sino una señal de alerta del cuerpo frente a un entorno hostil.
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